lunes, 14 de octubre de 2013

Cécile McLorin Salvant - WomanChild



¿Y quién es esta dama de desorbitadas gafas blancas? Es Cécile McLorin Salvant, la nueva promesa del jazz vocal. En 2010 se hizo con el premio Thelonious Monk de la competición de jazz vocal y ahora, tres años más tarde, saca un nuevo LP WomanChild. ¿Qué nos podremos encontrar en su nuevo trabajo? Pues sobre todo mucha variedad, porque Salvant es una auténtica todoterreno y salta con la mayor gracilidad del blues ameno a las baladas más descarnadas. Todoterreno y camaleón, escuchándola sentiremos el vértigo del déjà vu y creeremos estar escuchando a ratos a las más grandes del blues o las baladas, Bessie Smith, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Billie Holiday, y a mi personalmente incluso me llega a recordar a Abbey Lincoln en sus temas más desgarrados y tensos. Pero no caigáis en el error de pensar que es una imitadora más, tomando prestados estilos diferentes para juntar unas canciones y sacar un disco. Hay mucho estilo propio, clásicos reinterpretados magistralmente y composiciones propias que brillan por si solas. Así que vamos a por un par de temas de su último trabajo, WomanChild, para comprobar la calidad polifacética de esta cantante.

Abre el LP un blues bastante sencillo y amable St. Louis Gal, que funciona bien como aperitivo para los platos más fuertes. Le siguen una balada clásica, I Didn't Know What Time It Was y un standar Nobody, interpretado con un marcado tono de humor. Salvant está soberbia, expresiva y con un timbre muy bonito. Viene además acompañada por una banda de lujo y unos arreglos muy buenos. 



I Didn't Know What Time It Was, se te derretiran los huesos con esa voz tan cálida

Nobody en directo es genial, una interpretación de cinco estrellas


Tras estas tres piezas, viene la canción que da nombre al disco, WomanChild. Este es el punto álgido del álbum y se nota en la interpretación. Batería, bajo y piano crean el marco perfecto para que Salvant pueda desplegar sus mejores artes. WomanChild es rítmico, tenso y con cambios de velocidad imprevistos. Salvant salta de registros agudos a graves, de fraseos cortos a largo y espaciados y en algún punto me recuerda a la voz abrasiva y descarnada de Abbey Lincoln en Straight Ahead. Es sin duda una canción muy potente, merecedora de dar nombre al álbum. Por desgracia no encuentro un enlace para que podáis escucharla aquí. 
El resto del LP os lo dejo para que lo exploréis a conciencia. Mucha atención a What a Little Moonlight Can Do, You Bring Out The Savage in Me y Jitterbug Waltz temas muy buenos también y con los que podremos apreciar las diferentes caras de esta gran dama del jazz en ciernes.




PD: no sé que narices le pasa a blogger que no me deja enlazar muchos videos de youtube, os dejo los links directamente...


sábado, 14 de septiembre de 2013

Lou Reed - Berlin

La pequeña redacción de marsupiomusik se ha visto reunida por un breve periodo de tiempo en Berlín, por lo que, aprovechando que este año se cumplen cuatro décadas de su lanzamiento al mercado, repasamos el disco que hasta la fecha (porque el cabrón sigue en pie) ha sido el más oscuro de Lou Reed, Berlin (1973).



Y por qué es Berlin el disco más deprimente de Lou Reed, justo después del exitazo que supuso Transformer (1972), en pleno apogeo del glam rock de David Bowie y compañía? Pues porque él es así, un tío al que le gusta prepararse un baño de mierda bien calentito cuando todo le va bien. Cosas de Lou.

En Berlin el oyente va escuchando a lo largo de las canciones la decadente historia de Jim y Caroline, una pareja que se arrastra por la mala vida entre drogas, prostitución, violencia...
Únicamente armado con su guitarra acústica y su voz desganada, Lou Reed se mete en la piel de estos dos desgraciados para irnos relatando la historia desde los ojos de los propios protagonistas. Los arreglos del disco corrieron a cargo del productor Bob Ezrin, quien impregnó el disco de un aire tétrico con una sección de viento y piano que nos transportan a aquellos cabarets y burdeles baratos en callejones oscuros de otras épocas.

Lady Day nos presenta a Caroline como una mujer trasnochada que se pasea de bar de bar sin saber muy bien adonde se dirige.

Lou Reed - Lady Day



Caroline says I aborda la infidelidad, mientras que How do you think it feels habla sobre el tan recurrido tema de la adicción, cosa que Reed conocía muy bien, siendo archifamosa su pasión por el caballo.

Lou Reed - Caroline says I


A medida que los minutos pasan, el disco va volviéndose más y más oscuro, desapareciendo así los arreglos sinfónicos más coloridos. En Caroline says II vemos como la relación entre ambos se va degradando cada vez más, en parte por la drogas y también por las palizas que le propina Jim a Caroline. Las personalidades de ambos se van oscureciendo cada vez más, mientras el oyente comprende la imposibilidad de salvación para los dos desgraciados.
En la desgarradora The Kids vemos como le arrebatan los hijos a Caroline, mientras que Jim encuentra en la tristeza de ella el consuelo del perdedor que no ve salida a su desesperación.  Quizás se trate de la pieza más conseguida del disco, aunque lo de los sollozos del niño al final de la canción roza el ridículo.

Lou Reed - The Kids




La novena canción es  The Bed, en la que Jim describe el cuarto donde convivió con Caroline, concibió a su hija y donde ella acabó cortándose las venas... Finalmente el disco concluye con la reflexión de Jim acerca del suicidio de Caroline en Sad song, con la escalofriante frase que cierra el disco, que nos deja claro que el tío no piensa llorar ni un poquito por la pérdida:
"I'm gonna stop wasting time, somebody else would have broken both of her arms". Toma ahí.

Lou Reed - Sad Song 



Se podría decir que Berlin es una obra de teatro sobre la parte más oscura del ser humano. Una trágica historia sobre dos almas perdidas que se precipitan irremediablemente hacia el abismo sin poder hacer más que luchar por sobrevivir. Puede que no sea un disco fácil de digerir, pero no deja indiferente al oyente. Señores, zambúllanse en el baño de mierda de Reed! No se arrepentirán!

miércoles, 3 de julio de 2013

Biznaga - Adalides de la nada


Portada del EP+Demo de Biznaga


En la redacción marsupial me miran mal y cuchichean a mis espaldas, mi jefe me persigue tirándose de los tirantes con los pulgares y echándome bocanadas de humo del puro sobredimensionado que masca con las muelas. 
"Muchacho, me debes varios artículos ya, quien te crees que eres, Spiderman? Sólo eres un mediomierda! Como no te lo curres te sustituyo por un par de becarios de esos que pierden el culo por trabajar sin cobrar, tio mierda!"
Así están las cosas, antes ponía escusas, ahora sólo me escondo detrás de las plantas del pasillo o en el váter para que no me encuentre y me acerco a la máquina del café con unas gafas de broma, de esas que tienen un narizón de plástico y un mostacho negro pegados a la montura. 
La verdad es que desde el fiasco de Lee Scratch Perry & The Orb no me he recuperado del todo y no conseguía ponerme a escuchar nada nuevo, menos aun a escribir. La lista de discos pendientes me aburre y he estado dando tumbos por álbumes antiguos, hasta que por una carambola de la vida, alguien me pasó hace poco un grupo nuevo, Biznaga, y su canción, Adalides de la nada

Diría que fue como una bocanada de aire fresco y puro, etc, pero la realidad se asemeja más a una bofetada con el revés de la mano o una explosión dentro del craneo.
Macarreo del bueno, de aires madrileños, me dio un ataque de morriña, cuatro horas de insomnio recorriendo mentalmente la Gran Via por la noche, cuando más fauna hay, cuando más divertida es...
Y así es el disco de estos chicos, ruidoso, divertido y con letras curradas, bizarras y sucias.  

Son cinco temás, todos bastante potentes. Si los vaqueros te hacían bailar con las seis balas que caben en un revolver, a ellos les sobraría una para hacerte saltar.
Orgasmo negativo, con esa risa perturbadora al principio, es después de Adalides de la nada mi preferida. 
La última canción, Los siete males me arranca una sonrisa descarada cuando dice larga semana de resaca, hoy es viernes de resurrección …  y no veas tú que espanto, cuando me levanto, creo que he empezado a necrosar! con ese tono burlón. 
Lo encontraréis todo en su página de bandcamp para bajar y gratis, sin cometer delito y eso.

Por cierto, no os olvidéis de echarle también un vistazo a la demo que también tienen allí colgada. 
Váteres, la primera pista, abre con la frase de la actriz de Pink Flamingos, "Cuales son sus creencias políticas? Matar a todos, perdonar el asesinato en primer grado, apoyar el canibalismo, comer mierda! Esa es mi política, esa es mi vida, escriba lo que guste de esto" y luego viene un guitarreo corto y cañero con el estribillo "Váteres como cráteres" Rabioso comienzo!
Y tampoco os perdais La conocí muerta, siempre está bien meter un tema sobre necrofilia para hacerte oir… Una canción preocupántemente perturbadora, pero extrañamente adictiva.

En fin, para mi ha sido un puntazo de descubrimiento, espero que os guste, saludos! 

PD: No hay video en youtube, pero desde el link de Bandcamp podeis escuchar todo, de nuevo os dejo el link, por si no lo visteis más arriba, http://biznaga.bandcamp.com/



jueves, 27 de junio de 2013

Dirty Beaches - Drifters/Love Is The Devil

Dirty Beaches ha sacado nuevo disco hace unas semanas y, si bien no habíamos oído hablar antes de este artista, este nuevo trabajo ha dejado huella en la central marsupial.

La música de este trotamundos canadiense nacido en Taiwan  (ha vivido en más de 10 ciudades, entre las cuales están Nueva York, Berlín, Shanghai, Montreal o Taipei) combina en este último disco dos vertientes muy distintas. La primera corresponde a la de la vida nocturna de ciudades industrializadas con un rollo a lo futuro distópico. Música acelerada con un aire muy garagero. La música que se oiría en las discotecas de las ciudades descritas en Blade Runner.


Es esta parte (la que corresponde a Drifters) la que más nos recuerda a su aclamado trabajo anterior Badlands (2011). (Os dejo aquí la canción True Blue, de su anterior LP).

Canciones como Night Walk o I Dream On Neon, así como Casino Lisboa se acercan más a la música de  club, con algunos retazos industriales de la new wave ochentera. 


Dirty Beaches - Casino Lisboa



La segunda mitad del disco se titula Love is The Devil, en la que para mi es la parte más interesante del disco. Hungtai nos lleva aquí a terrenos mucho más oscuros. Canciones como This Is Not My City o Greyhound At Night, donde se mezcla la música ambiente con un jazz casi fúnebre, evocan escenas de terror o putrefacción. Una descripción de la desesperación a cámara lenta. Una auténtica pasada!

Dirty Beaches - Greyhound At Night


En la canción Love is The Devil la música se transforma en una melodía relajante y a la vez angustiosa, así como en I don't know how to find my way back to you. Triste pero bellísimo.


Dirty Beaches - Love Is The Devil




En Alone At The Danube River y Like The Ocean We Part es una guitarra la que lleva la dirección de la melodía. Suena como si los chicos de Interpol se hubieran enganchado a la heroína.

Dirty Beaches - Alone At The Danube River



El disco acaba con la genial Berlín, donde Hungtai nos intenta transmitir la atmósfera que respiró en su larga época en la capital alemana. Lo que respiró,  lo que se fumó, y lo que se pinchó. Me recuerda a la canción Neuköln (Heroes, 1977) de Bowie, perteneciente a la famosa trilogía también titulada Berlin.

Para mi este tío ha sido un enorme descubrimiento. Pura inspiración. El marsupio se quita el sombrero!

sábado, 15 de junio de 2013

Sharon Jones & The Dap-Kings - I Learned The Hard Way

Hoy en marsupio os traemos un disco que salió hace tres años, aunque por su sonido pueda parecer que provenga de los años 60. Os presentamos a Sharon Jones & The Dap-Kings y su disco I learned the Hard Way (2010), un discazo que os va a enganchar desde el principio.



Con un soul con sabor muy añejo, los chicos de The Dap-Kings se encargan de la percusión y los vientos que nos recuerdan a los años dorados de la Motown, mientras que la quebrada voz de Sharon Jones canta sobre desamores de una manera muy enérgica.

Esta neoyorquina de cincuenta y muchos esperó largo tiempo para empezar su carrera musical, ya que no fue hasta finales de los 90 cuando empezó a sacar tajada de ese vozarrón. Bajo el nombre de Miss Lafaye grabó algún que otro tema en solitario, pero fue junto a estos chicos de Brooklyn cuando empezaría su carrera en serio.

El disco comienza con The game gets old. Con una linea de viento épica que nos puede recordar a grupos como  The New Birth o The Undisputed Truth, Jones nos cuenta lo harta que está de tíos que juegan con ella. Nunca aprendes Sharon.


Sharon Jones & The Dap-Kings - The game gets old



La canción que da nombre al disco tiene unos coros que también nos transportan a otra época. Sharon sigue jodida por los rompecorazones que han invadido su vida, pero parece que ya empieza a aprender a deshacerse de esos cabrones.


Sharon Jones & The Dap-Kings - I learned the Hard Way


Por último os pondré la que es a mi parecer la canción más refrescante del disco, Better Things To Do. Aquí Sharon ya está totalmente recuperada del dolor padecido y se jacta de lo bien que se lo pasa sin los idiotas que antes la martirizaban. Quizás la mejor canción del disco. Pura energía.

                                       Sharon Jones & The Dap-Kings - Better Things To Do



Nos alegramos mucho de tu recuperación sentimental Sharon. 
Que se joda esa chusma!

lunes, 10 de junio de 2013

Lee "Scratch" Perry & The Orb - More Tales From The Observatory



Aquí estamos de nuevo con Lee "Scratch" Perry y The Orb, que han vuelto a colaborar juntos después de The Observer in the Star House para sacar More Tales from the Observatory
El título lo dice todo y se podría traducir perfectamente como "más de lo mismo", porque es eso exactamente. No hay nada nuevo ni fresco en este trabajo, de hecho dudo que se hayan sentado ni un minuto a hacer nada, simplemente cogieron los temas que no cupieron en el trabajo anterior y alegría, alegría a sentarse y ganar dinero. 
Pero bueno, muchos artistas lo hacen, ¿por qué me sulfuro tanto entonces? Fácil, porque ni siquiera lo puedo considerar un álbum completo, han metido 6 canciones, uno de ellos es un interludio sin mucho sentido y luego¿qué hacen estos tipos para rellenar? Pues exprimen la gallina de los huevos de oro, es decir, meten la versión instrumental de todas las pistas, menos del interludio, que eso ya sería tener mucha cara. Así se sacan de la manga 11 temas. Que figuras, ¿eh? Nada, que me la han colado doblada y me he quedado con cara de tonto. 

Aun así, vamos a ver ¿qué nos ofrecen en More Tales from the Observatory?
Empieza con Fussball, la letra es muy bizarra, Lee "Scratch" Perry animando a su equipo de fútbol y aderezado con el clamor de un estadio. Les habrá invadido la emoción del próximo mundial, o será que quieren hacer una colaboración con Shakira para hacer la próxima canción oficial o yo que sé, pero es un tema curioso. La verdad es que la idea de que saquen el himno oficial del mundial con Shakira no tiene desperdicio, ella que cada vez se parece más a los leones marinos cantando y Perry que de vez en cuando sale al escenario a balbucear incoherencias machaconamente. 

Aquí Fussball, candidato a nuevo wakawaka

El caso es que nos hace falta menos de un minuto escuchando esto para darnos cuenta de que es una continuación de The Observer in the Star House. En el resto del disco (o mejor dicho, de las seis primeras canciones) hay un par de temas bastante decentes, en general Perry está en muy buena forma y su actuación es más que aceptable. Africa, la segunda pista, es un ejemplo de ello, pero en verdad cualquiera de ellas nos serviría. 
Luego viene el interludio, bueno, como relleno está bastante conseguido, pero vamos, muchos ruiditos, que si un aeropuerto, músicas del mundo, pajaritos, Perry diciendo que es un agente secreto y poco más que destacar.
Los que quedan, Making Love in Dub, No Ice Age y Don't Rush no son ninguna sorpresa, así que no os voy a hacer perder el tiempo.


Vaya, como veréis no estoy nada contento con este trabajo de The Orb y compañía. Un apaño guarro para sacar las cinco pistas que se quedaron descolgadas de su anterior trabajo y luego a rellenar con las versiones instrumentales, que en este caso aburren hasta lo indecible. Mi recomendación, pasad de More Tales from the Observatory, y no perdáis el tiempo, a menos claro está, que de verdad os quedaseis prendidos de The Observer in the Star House. En ese caso, este disco son las bonus tracks que se perdieron en el camino.

viernes, 7 de junio de 2013

The Crime of the Century

1974. Después de Supertramp (1971) y Indelibly Stamped (1972), la formación de Supertramp se desmorona. Sólo quedan Roger Hodgson y Rick Davies, la banda no termina de despegar y están endeudados hasta los dientes. A&M está a punto de mandarles a la mierda. Después de estar cerca de rendirse, Hodgson y Davies deciden reclutar una nueva formación y meterse a grabar en el estudio. El resultado fue Crime of the Century (1974).



Quizás fuera aquello que dicen de que cuando estás de mierda hasta el cuello es cuando sacas tu mejor versión, o quizás que cambiaron de camello, o Dios sabe el qué, el caso es que Crime... es una obra maestra que dista bastante de sus trabajos anteriores.

Sólo con las ventas del single Dreamer ya pudieron respirar tranquilos, pero la verdad es que esa canción es en mi opinion bastante normalita en comparacion con el elenco de temazos que encontramos en el disco.


El disco abre con School, una canción sobre la infancia y la huida del control parental. Uno de los mejores riffs de su discografía. Después de empezar con una levísima introducción, se abre paso la guitarra con fuerza, y cuando parece que la cosa se va a calmar, Hodgson se marca una improvisación al piano maravillosa. Oro puro.

School by Supertramp on Grooveshark

Hide in your shell nos habla de las inseguridades, de no querer enfrentarse al mundo y refugiarse en uno mismo detrás de una mirada de acero. La dura verdad es que Roger Hodgson tiene una voz que por momentos da grimita, ese tono de rata a lo Bee Gees de lo más peligroso, pero el tío es un músico como una catedral.

 Bloody well right fue incluida como cara B del single que sacaron con Dreamer, pero lo cierto es que se podrían haber intercambiado los papeles perfectamente. De hecho, suele ser la canción que cierra sus conciertos. Una melodía pegadiza y con ritmo, compuesta por Rick Davies. Se agradece un poco de descanso de la voz ratuna de Hodgson.

Por último os pondré Rudy, en mi opinión el gran temazo de este disco. Aquí vemos la cara más pinkfloydiana de Supertramp. Rock progresivo setentero de primerísima calidad. Un escándalo.

Rudy by Supertramp on Grooveshark

Después de Crime of the Century llegarían Crisis... What Crisis? y el archi-conocido Breakfast in America, y con ellos los arreglos pomposos y el pop más descarado. No vamos a deciros que no escuchéis esos discos, porque desde luego merece la pena hacerlo, pero Crime of the century pertenece quizás al momento más lúcido de la banda.

lunes, 3 de junio de 2013

Charles Mingus - Fables of Faubus


La persona de la foto es Orval Faubus, gobernador del estado de  Arkansas, y al igual que el gobernador de Alabama, George Wallace, era un bastardo racista. Faubus saltó a las portadas de los periódicos en 1957 por llamar a la guardia nacional para que impidiese la entrada de estudiantes negros en Little Rock Central High School, que hasta ese año había sido un instituto para blancos exclusivamente.
Tres años antes, en 1954, se había establecido como anticonstitucional que los colegios e institutos estadounidenses segregasen por color y los primeros nueve alumnos afroamericanos iban a empezar sus estudios en Little Rock High School. Esto le debió de parecer abominable al nefasto gobernante y decidió movilizar a las tropas para que detuviesen a los nueve. Los soldados, armados con fusiles, formaron delante de la escuela, respaldados por una muchedumbre racista que debían de considerar muy valiente ir a insultar y amenazar a un grupo de niños.

a la de la derecha con andares de quarterback le deseo hemorroides permanentes y
a la enana de la boca abierta le deseo diarrea crónica...

La noticia de lo ocurrido no tardó en alcanzar relevancia nacional y sobre todo crear una gran polémica. 
Muchas voces se alzaron contra el Orval Faubus, entre ellos la de Charles Mingus, el músico que nos concierne en la entrada de hoy.

Dicen de Mingus que era un tipo, grande y corpulento, con bastante mala leche y propenso a los cambios de humor, vamos, esa persona con la que no quieres tener problemas. De su temperamento y sus puños puede dar fe un trombonista, Jimmy Knepper, que acabó con un labio partido durante un concierto en el que compartía escenario con él. Pero no nos dejemos engañar, no era un matón, o no sólo era un matón, también era un genio componiendo y un virtuoso del contrabajo.

Volviendo a Little Rock, ¿qué hizo Mingus cuando se enteró de lo ocurrido en la escuela? Se sentó a componer, claro, y Fables of Faubus fue el resultado. Se la dedicó al gobernador Faubus y le dedicó una letra incendiaria. Bueno, en mi opinión se merecía algo mucho peor que eso, algo así como la gonorrea, o la sífilis, pero es lo que hay. La canción original llevaba una parte vocal, sí, pero el estudio de grabación decidió no incluirla por ser demasiado política. Aquí os dejo la original y parte de la letra

Original Fables of Faubus

Oh Lord, don't let 'em shoot us!
Oh Lord, don't let 'em stab us!
Oh Lord, don't let 'em tar and feather us!
Oh Lord, no more swastikas!
Oh Lord, no more Ku Klux Klan!
Name me someone who's ridiculous. Governor Faubus!
Why is he so sick and ridiculous? 
He won't permit integrated schools. Then he's a fool!


La versión sin letra se recoge por primera vez en el magnífico álbum de 1959 Mingus Ah Um. Un año más tarde, Mingus cambiaría de sello discográfico y grabaría Charles Mingus Presents Charles Mingus, donde sí se incluye la parte vocal bajo el título de Original Fables of Faubus.
Pero no sólo en la letra radica la crítica, recordemos que Mingus era compositor. La melodía tiene algo bufonesco y el estribillo nos trae a la mente a los payasos del circo. Bueno, no hace falta ser un genio para adivinar quien era el payaso en esta historia. Aquí os dejo la versión sin parte vocal y no me puedo resistir y os dejo también una versión con Eric Dolphy que es impresionante! Disfrutad de este genio!

Versión de estudio de Fables of Faubus sin letra.


Charles Mingus con el gran flautista y saxofonista Eric Dolphy
Ojo, que son casi 30 minutos de tema! Estos tipos son unos bestias!









miércoles, 29 de mayo de 2013

Rhye - Woman


Rhye, un dúo recientemente formado por el artista canadiense Milosh y Robin Hannibal, publicaron elpasado 4 de marzo su primera colaboración conjunta, un disco de Soul con toques pop que se titula Woman. Este disco de carácter relajado está rebajando la ansiedad producida por los exámenes de junio. 




Las taquicardias y el insomnio bajan gracias a la voz de Milosh (OJO: es un tío, cuando leí que era un hombre casi vuelven las taquicardias). Este canadiense que reside en Berlín ya sacó dos discos en solitario. Os recomiendo que escuchéis su primer trabajo (You Make Me Feel, 2004), donde ya se le ven buenas maneras. Música electrónica a bajas revoluciones. Aquí el enlace a la canción que abre el disco.

Por el otro lado tenemos a Robin Hannibal, un danés al que quizás conoceréis por el dúo que formaba junto a Coco Maja Hastrup Karshøj en el grupo Quadron. Esta pareja tenía un sonido un poco más popero. En ocasiones puede recordar a la difunta Amy, pero en un rollo danés menos yonki. Os dejo uno de los singles que publicaron de su único disco Quadron (2009), Pressure.

De la unión de Milosh y Robin Hannibal por lo tanto nos queda una música soul con acercamientos al gran público, con aire nostálgico pero refrescante de cojones. Ay qué bien.

Se han publicado dos singles hasta el momento. El primero fue The Fall, una canción melancólica pero con  ritmo, en la que Milosh le repite a su amante que le haga el amor otra vez antes de irse. El videoclip evoca la añoranza de la juventud y esas fiestas locas que tanto nos gustan en Marsupio. Nosotros también las echaremos de menos!

Rhye - The Fall


INSISTIMOS: el cantante es un tío

La segunda canción de presentación fue la que abre el disco, Open. Sintetizadores más violines y cello, con la voz afeminada de Milosh evocando atmósferas melancólicas de nuevo. 

Rhye - Open



Por último os dejaré un mini concierto que dieron en la Boiler Room de Los Ángeles. Además de las citadas canciones, tocan entre otras también 3 days, otro temazo que quedó en mi opinión mejor en el directo. Delicioso. Que aproveche!

Rhye Live at the Boiler Room


lunes, 20 de mayo de 2013

Meat Puppets - Rat Farm

Seguro que muchos tenéis en casa el disco del directo que Nirvana grabó en colaboración con la MTV en los estudios Sony de Nueva York en noviembre de 1993. El disco se llamaría MTV Unplugged in New York y es quizás uno de los mejores que han salido hasta ahora en aquel formato que tanto populizaró en los 90 la cadena de música. Sería lo último que grabaría Kurt Cobain antes de volarse la cabeza en su casa. En fin..

Como ya sabéis, no todas las canciones interpretadas en el concierto estaban compuestas por la banda. Aparte de la archi-famosa versión del The man who sold the world de Bowie y de la desgarradora Where did you sleep last night? de Leadbelly, los chicos de Seattle regalaron la oportunidad a unos amigos suyos de tocar tres canciones (cantadas por Cobain en el concierto) que servirían como enorme trampolín para la banda. Las canciones interpretadas fueron Plateau, Oh me y Lake of fire. El nombre de la banda es Meat Puppets, y cuando se grabó el directo de Nirvana, llevaban ya 8 LP's grabados. Os dejo aquí Plateau, a mi juicio la que mejor quedó, extraida de Meat Puppets II, un discazo que os recomiendo que escuchéis YA.

Nirvana & Meat Puppets - Plateau



Hace justo un mes sacaron al mercado el que es su último trabajo, Rat Farms. Tras haberse desviado un poco de su sonido rock-folk en su anterior trabajo Lollipop (2011) con el uso de sintetizadores y demás moderneces, vuelven a su sonido clásico, con melodías sencillas y fáciles al oido.



La única canción que he encontrado en Youtube, Soundcloud y Grooveshark en su versión de estudio es Down, la canción de presentación del disco. Resume bien la linea de las demás canciones del disco.

Meat Puppets - Down 



Tampoco encontraremos el disco colgado en Spotify, pero en cambio hay algún link desde Google de algún blog donde se pueden escuchar las canciones desde Soundcloud. Me imagino que las colgaron en su web antes de que lo quitaran de Soundcloud y ya estará en aquellas páginas que ya lo habían colgado hasta el día del juicio final. Os dejó el link a una de esas páginas donde se puede escuchar el disco entero. Os recomiendo especialmente las canciones Time and Money y One more drop. 

Lo dicho, lejos quedan los 80 y la música que influiría tanto a grupos como Nirvana, Soundgarden y otras  bandas de Seattle a principios de los 90, pero Rat Farm recupera la dignidad que habían perdido en su último disco y demuestra que aún les queda recorrido.


jueves, 16 de mayo de 2013

James Cotton - Cotton Mouth Man





Ha sido un día muy caluroso y los ventiladores de la redacción no dan más de si. Tal ha sido el calor que a media tarde se han acumulado las nubes y un bochorno plomizo se ha adueñado del ambiente. Esperemos que la noche traiga el alivio de la tormenta, si no lo único que nos queda es saltar de la bolsa marsupial y arrastrarnos como culebras hasta el bar. Meteremos un cuarto de dólar en la máquina de discos, seleccionaremos Cotton Mouth Man y nos echaremos al coleto dos tragos seguidos de bourbon mientras la música relampaguea y nos electrocuta con más voltaje que un rayo!

Efectivamente amigos, Cotton Mouth Man, el nuevo trabajo de James Cotton nos sabe a calor bochornoso, trago de bourbon y partida de billar y por eso nos vuelve locos!
A sus 77 años Mr. Superharp, como se conoce a este maestro de la armónica sigue teniendo unos pulmones de acero y más ganas de hacernos saltar que el diablo! Veamos que nos tiene preparado este veterano bluesman esta vez. 

Como en su anterior grabación Giant, el armonicista se rodea de artistas de renombre, como el virtuoso de la guitarra Joe Bonamassa, el cantante Keb Mo o el guitarrista y cantante Warren Haynes. Pero no os preocupéis, no es un disco de esos en los que una estrella prehistórica se junta con sangre nueva para que le hagan un circo y te venden lo bien que se lo pasan y lo mucho que une la música, incluso a través de generaciones. Esos suelen ser un fiasco, este no lo es, en absoluto. El señor Superharp está hecho un mozo y sus invitados van a tener que esforzarse por seguirle el ritmo.

El primer tema, homónimo al título del álbum es pura energía y cuenta con Joe Bonamassa para enseñarnos lo que es rock & roll. El cantante, Darrell Nulisch ya nos avisa "You heard the T-Bone shuffle, and you heard the Texas Hot, and you got down in the Checkboard lounge drinking whisky on the rocks, now fasten up your seat belts for a Mississippi jam featuring the one and only Cotton Mouth Man!"


(Nota: parece que el Cotton Mouth Man es algo muy hermético y no se puede poner por aquí sin más, os dejo el link al disco entero en spotify y en soundcloud)

Cotton no baja el ritmo en la segunda canción, Midnight Train y nos quedamos sin un respiro para poder darle trago a esa cerveza fría como un témpano, perlada de heladas gotas como nuestras sudorosas y febriles frentes. Pero ya llega a nuestro rescate Mississippi Mud, un blues lento cantado por Keb Mo y al piano Chuck Leavell. Aquí nuestra imaginación volará a los viejos tiempos, los campos de algodón y ese ancho y tranquilo río llamado Mississippi.

El resto del álbum sigue la misma dinámica, temas que rugen como un Cadillac puesto a punto, con el depósito lleno y una carretera desierta delante, seguidos de composiciones más lentas con las que podremos ver el fondo del vaso de bourbon y meditar si nos pedimos otro o directamente dos más para calmar la sed acuciante y el mal de amores.

Hacia el final nos encontramos con la parte más personal y asombrosamente positiva de todo el conjunto. En Wasn't My Time to Go se repite con esa monotonía tan blusera que no era su hora de morir (de Mr. Superharp se entiende) y recordemos que esto es muy meritorio, ya tiene sus añitos, sobrepeso y apenas tiene voz después de haber superado un cáncer de garganta. 

La penúltima canción es la simple y alegre Blues is Good for You, donde Darrell Nulisch nos cuenta en nombre del armonicista algo que nos hará sonreir "The doctor told me playing the blues is good for you, he said keep on blowing until you are hundred and two".

Por último viene la guinda del pastel, la joya de la corona, Bonnie Blue, en la que James Cotton se enfrenta acompañado sólo de una guitarra, su voz machacada y ronca y su armónica a este lento blues bien enraizado en la tradición del Delta del Mississippi. Más no se le puede pedir a este genial bluesman!

El disco le ha quedado redondo, según muchos expertos (allmusic, Chicago Tribune, etc) es de los mejores de su carrera, y menuda carrera. Ha tocado con los más grandes entre los grandes, Rolling Stones, Led Zeppelin, Eric Clapton y Janis Joplin entre otros, a parte de integrar la banda de Muddy Waters, padre del estilo de Blues de Chicago! Vaya credenciales tiene este abuelo del blues y no es para menos. 

Aquí Mr. Superharp pasando el rato con un amigo, ni más ni menos que Keith Richards!

Cotton Mouth Man os transportará a ese bar oscuro, lleno de humo y tipos de mirada vidriosa y aliento alcohólico. Barras de bar pegajosas por los bourbons derramados que están atendidas por esos míticos camareros que siempre están limpiando un vaso con un trapo y escuchando tus penas de perro apaleado. Así que adelante, tomad asiento, pedid un bourbon, un scotch y una cerveza y a disfrutar!





lunes, 13 de mayo de 2013

Smells like Black Radio

En marsupio hemos visto ya alguna que otra fusión de hip-hop con jazz, pero el disco que hoy analizamos no podía ser ignorado por más tiempo, así que aquí lo tenemos. Supongo que varios conoceréis ya a Robert Glasper. Black Radio es su quinto trabajo, por el que recibió el premio a mejor disco rnb del año en 2012.


Desde sus orígenes, este pianista de jazz y amante del hip-hop ha incluido en sus discos composiciones originales con versiones de clásicos de otras épocas. A veces también realiza mezclas de ayer y de hoy de una manera sobrecogedora. Echando una mirada atrás, tenemos la adaptación que hizo en su primer disco de Maiden Voyage, de Herbie Hancock, fusionada con la mítica Everything in its right place de Radiohead. Una delicia para los oidos.

Si esa fusión de jazz con rock contemporáneo te ha dejado frío, dale otra oportunidad a Glasper con la versión que ha hecho en Black Radio de Smells Like Teen Spirit. Un temazo que ya se ha convertido en un clásico en la central marsupial. Glasper coge el hit de Nirvana y lo deshace en su piano hasta convertirlo en un aullido frágil y descompuesto, ayudado por el vocoder de Casey Benjamin (ya lo habían usado en su versión de Butterfly, de Hancock otra vez). Por momentos el pianista parece recoger la angustia de Cobain y la transforma en una calma extraña.

Robert Glasper Experiment - Black Radio



En el disco encontramos otros homenajes a otros músicos, ahora ya siempre provenientes de la música negra. El disco incluye una versión redonda de Afro Blue, el standard compuesto por el cubano Mongo Santamaría, que John Contrane ya había versionado tiempo atrás.
También han considerado oportuno homenajear a Sade. Parece que la británica está de moda (ya vimos como Jessie Ware se intentaba parecer un poquito a veces a la diosa del soul ochentero). Viva Sade, claro que si! Os dejo aquí la versión de Robert Glasper Experiment de Cherish the day.

Robert Glasper Experiment - Cherish the day



Otra canción que me atrapó desde el principio fue Ah Yeah. Una mezcla de soul y hip-hop con Musiq Soulchild y Chrisette Michele al micrófono, acompañados por unos coros que te encierran dentro de esa burbuja sensual que proponen los integrantes de este grupazo.

Robert Glasper Experiment - Ah Yeah


A veces jode poner sólo un par de temas sobre un disco, quizás porque no sabes cual se tiene que quedar fuera. Black Radio es un gran disco. Escuchadlo entero y dadme la razón.

sábado, 11 de mayo de 2013

Archie Shepp - The Magic of Ju-Ju

A Marsupio le encanta la portada!


Este diciembre se reeditó un álbum del saxofonista Archie Shepp del año 67. De nombre The Magic of Ju-Ju, es uno más de los trabajos de su primera etapa. Eso significa que habrá un saxofón potente como nitroglicerina, berreando por la situación política y social del momento. 
Puro Free Jazz!
Pero que esto no nos eche para atrás, no soy un teórico musical ni nada por el estilo. Estoy aquí recomendando este disco porque es intenso, abrasivo y trepidante. Cierto es que cuesta meterse, no son baladitas amables, y ya le gustaría a muchos grupos punk de los que desayunan anfetas con speed conseguir una dinámica parecida. 

Pongámonos primero en contexto, 1967, Malcolm X asesinado hace poco, Kennedy ese mismo año, Martin Luther King va a seguir el mismo camino que los otros dos el proximo año, guerra de Vietnam, hippies, LSD.
En cuanto al jazz, se ha fragmentado en miles de estilos diferentes. Son unos años de exploración, innovación y creación frenéticos. Shepp llega justo en este momento a la escena. Revolucionario, escritor, poeta, músico, y sobre todo un tipo incansable, es claramente un reflejo de su época. 

Entre la cantidad de trabajos que salieron y siempre centrándonos en el free jazz, The Magic of Ju-Ju es algo que se puede escuchar. No voy a decir que sea algo tan agradable como para ponértelo mientras te meriendas unas galletas, pero tampoco es una colección de cacofonías arrítmicas y atonales de una orquesta entera que te funden el cerebro y escuchas sólo por hacerte el cultureta aunque pienses que es ruido.

El álbum se compone de 4 temas que se pueden dividir en el primero y el resto. Los músicos implicados son Archie Shepp y cinco percusionistas (también aparecen dos trompetas y un contrabajo, pero el protagonismo es de los anteriormente mencionados)
Abre con el título del LP, The Magic of Ju-Ju, 18 minutos de saxofón bailando y saltando como los posesos en un ritual voodoo. La percusión sólo potencia esta imagen, ritmos africanos hipnóticos que van aumentando y disminuyendo la intensidad hasta dejarnos sin aliento. Se termina abruptamente, con la intervención de los dos trompetistas para bajar un poco los humos. Si no fuese por ellos Shepp podría seguir soplando y soplando en esta particular danza africana sonora. 

primera parte de The Magic of Ju-Ju


segunda parte de The Magic of Ju-Ju


Lo que sigue del disco aunque sea bueno no nos va a poder interesar tanto, ya que habremos gastado todas nuestras fuerzas con el comienzo. Por esa razón nos dan la oportunidad de relajarnos un poco con un pequeño vals de menos de dos minutos llamado You're What This Day Is All About. A esta pequeña pausa le sigue Shazam! que es bastante juguetón con algún toque circense, aunque la rítmica vuelve a pegar duro. Cierra el álbum Sorry 'Bout That, muy en la linea de Shazam! pero no le hacen sombra al primer tema. 
Espero que os haya convencido para echarle un vistazo, merece la pena aunque dé miedito al principio.


PD: os dejo el enlace de Spotify del disco entero aquí y por si estáis en algún país con una mierda de ley de derechos de autor que no os deja ver el video de youtube de arriba, probad esto. Ponéis el enlace del video que queréis ver y no te dejan y tachán, funciona.

miércoles, 8 de mayo de 2013

CAMP

Donald Glover es uno de esos artistas polifacéticos que, a sus casi 30 años, tiene un curriculum a sus espaldas que quita el aliento. Creció bajo la tutela de una pareja que pertenecía a los testigos de Jehová dentro del programa foster care (acogida de menores necesitados), pero pronto empezaría a demostrar su talento.



Su primer reconocimiento artístico llegaría con Derrick Comedy, una especie de Hora Chanante pero cambiando Albacete por Nueva York. Surgido dentro de la Universidad de Nueva York, su mayor éxito lo alcanzarían con el sketch cómico Bro Rape: A Newsline Investigative Report, un "reportaje de investigación"  acerca de un nuevo tipo de violación: las violaciones a Bros. Os recomiendo que lo veáis.

Después del éxito cosechado en la universidad, Glover comenzaría a trabajar como guionista en la aclamada serie de humor 30 Rock. El tío tenía madera de actor, por lo que poco más tarde acabaría participando en la serie Community, que también ha cosechado bastante éxito. En 2010, un fan comenzaría una campaña en Twitter para que Donald Glover fuera elegido para el papel de Peter Parker en la película The Amazing Spiderman. Tal sería el éxito de la campaña, que el propio Stan Lee apoyaría su inclusión para el casting.

Glover también ha producido música electrónica como mcDJ, que suele colgar en su página web (página oficial), actualmente en desuso.

El caso es que, como tantos otros famosos afroamericanos, Donald Glover también ha sentido la llamada del Hip-Hop. Y la verdad es que no lo hace nada mal. Bajo el pseudónimo de Childish Gambino, Glover publicó tres discos entre 2008 y 2010 (siempre disponible para descargar gratuitamente), pero sería con CAMP en 2011 cuando daría el gran salto, su primer disco bajo el sello Glassnote.

Con bases cercanas a la electrónica y siempre con estribillos pegadizos, Childish Gambino rapea con un estilo muy limpio.  Desde su publicación, el disco estuvo disponible por streaming en NPR.com.
El primer single sería Bonfire.



Childish Gambino - Bonfire

En Heartbeat es donde más evidente resulta el concepto de Glover. Aquí encontramos la base más discotequera del disco, un estribillo pegadizo y a Gambino rapeando con su estilo inconfundible.




Childish Gambino - Heartbeat

Personalmente, L.E.S me parece uno de los temazos del disco. Gambino rapeando sobre inseguridades comunes para chavales de veintitantos.


Childish Gambino - L.E.S.

Asimismo, os recomiendo que escuchéis Fire Fly y All The Shine, canciones que podrían haber sido escogidas perfectamente como singles también.
Seguiremos los pasos de este hiperactivo ya que seguro que no puede quedarse quieto un maldito segundo. Seguro que merece la pena.


viernes, 3 de mayo de 2013

Lee "Scratch" Perry & The Orb, maestros alquimistas




Los alquimistas siempre han tenido como objetivo transmutar metales vulgares en metales nobles. De hecho no se limitaban a los metales, pero se hicieron famosos por intentar convertir plomo en oro. Teniendo en cuenta todo esto, desde la bolsa marsupial creemos que Lee "Scratch" Perry y The Orb se merecen ostentar el título de maestro alquimista. El por qué es fácil de explicar. Han mezclado con auténtica maestría unos estilos que parecían poco conciliables para crear un híbrido que vale su peso en oro. 
El nombre de la creación es The Observer in the Star House. Su cuerpo está compuesto de ritmos electrónicos bailables moldeados y esculpidos por The Orb, su cabeza de originales rimas del mejor Lee "Scratch" Perry

Esta aventura musical tiene mérito doble, si tenemos en cuenta la avanzada edad de Perry, 77 años y sigue peleón, aunque la edad ya se nota. Hace poco estuve en un concierto suyo y la verdad es que fue un fiasco. Andaba perdido por el escenario y su actuación fue insulsa como mucho, repetía cansinamente estribillos sosos sobre ritmos machacones. Cuando interactuaba con el público, nadie entendía qué pretendía porque estaban embobados con tanta idolatría y estupefacientes. En fin bastante triste todo. 

Sin embargo no encontraremos nada de esto en The Observer in the Star House. El cantante está en buena forma. Su actuación es fresca, las rimas destilan como siempre algo de dadaísmo e incoherencia, simpleza zen y buen humor.
Pero no olvidemos que esto es obra de una colaboración. The Orb, los otros implicados en el duo creador son míticos en el ambiente de la electrónica. Padres de un estilo suave, entre house y música ambiente, también se pueden considerar unos veteranos en el panorama musical. Desde luego no hay que cometer el error de infravalorarlos frente al cantante. Ellos desde luego saben muy bien donde están y lo que se hacen. Montan sus ritmos lejos del dub mítico que creó Perry allá por los 70, aunque sí le hacen muchos guiños. 
Gracias a ello el disco es una obra potente. Cuenta con un sonido house sólido que deja mucho espacio al cantante para que se explaye. La voz queda grabada y pasa a estar a disposición de los djs para que la usen cuando les plazca. La mezcla resultante no es ni un estilo ni el otro, navega entre géneros sin perder el rumbo.
Aquí os queda una pequeña selección de lo que os podéis encontrar en este álbum.


Ball of Fire, primer tema del disco. Lee en plena forma y The Orb se marcan un tema muy guapo


Soulman uno de los temas que sacaron como demo, no me extraña que lo eligiesen!


Golden Clouds un tema más ambiente. Genial oir a Lee haciendo el leon
Give us the lion. ARRRR!


Police and Thieves, versión del clásico de Junior Murvin y el tema más reggae

Tan bueno es el resultado que desde agosto del 2012 que se publicó The Observer in the Star House han estado preparando otro álbum. Se llamará More Tales from the Observatory y saldrá a la venta el 3 de junio. 
Recomendación personal, conseguid ya el primero y luego esperad muertos de impaciencia al segundo!

lunes, 29 de abril de 2013

A Lad Insane

Con motivo del 40 aniversario del lanzamiento de Aladdin Sane allá por 1973, David Bowie se ha reunido con el aclamado ingeniero Ray Staff para remasterizar el que fue uno de sus mejores trabajos en los 70.



Aladdin Sane fue el sexto trabajo del Duque, y se publicó poco después del archifamoso The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972). Quizás por culpa de la resaca producida por el éxito de Ziggy Stadurst..., el disco que aquí analizamos no tuvo la acogida apabullante de su antecesor. Si bien es cierto que el disco no tiene ningún Starman o Ziggy Stardust, es indudable que Bowie se encontraba a principios de los 70 en una forma excelente, y en Aladdin.. sigue demostrándolo.

Aunque el disco cuenta con un fuerte aire rockero en plan Rollings de los 70, encontramos múltiples registros. Cual camaleón, el británico cambia de color en cada una de las canciones como pez en el agua. Un puto alien enjaulado en el planeta Tierra con una guitarra y un piano.

El disco comienza con Watch That Man, donde ya nos parece oir por momentos a los Rolling. La mezcla final de la canción ha sido criticada muchas veces, ya que en ciertos momentos parece que la voz pierde fuerza en pos de los instrumentos.

En Aladdin Sane encontramos quizás el tema más bizarro del disco, donde Bowie nos muestra su faceta más jazzera. Incluye un solo al piano del músico Mike Garson, a quien Bowie pidió que tratara de imitar el jazz de vanguardia de finales de los 60. Una maravilla chico.

Drive-In Saturday es un homenaje al estilo Doo Wop, tan popular en las décadas precedentes. Esta canción, que sería publicada como single, nos habla de una sociedad futura que no recuerda cómo se practica el sexo, y acuden a vieja pornografía para recordar los pasos a seguir para echar un polvo. Temazo.



Panic In Detroit trata sobre la revuelta conocida como 12th Street riot, que ocurrió en julio de 1967 en Detroit, cuando unos policías que trataban únicamente de acabar con una fiesta a altas horas de la madrugada en un bar acabaron provocando una de las mayores revueltas conocidas en la historia de EEUU.  En una ciudad mayormente poblada por afroamericanos, y cuando la lucha de los derechos civiles se encontraba en su punto álgido, no sorprende tanto lo sucedido. Durante tres días, se saquearon más de 2500 locales y murieron 43 personas.
Inspirada en los ritmos de Bo Diddley, llama la atención la inclusión de una conga, que le da un aire más colorido a la canción. Viva David Bowie joder!






Jean Genie es el segundo sencillo que se publicó a partir del disco. En esta canción es donde Bowie más nos recuerda a su colega Iggy Pop. Muy bailable.

Time es un homenaje al cabaret de los años 20,  mientras que Prettiest Star es una versión de la original que Bowie ya había grabado junto al líder de T-Rex Marc Bolan pocos años antes.

El disco también contiene un homenaje a la canción de los Rolling Stones Let's Spend The Night Together, aunque en mi opinión no consigue superar a la original en absoluto, ni tampoco aportar una versión muy distinta.. En definitiva, pichí pichá.

Quizás una de mis favoritas es Lady Grinning Soul,  una canción genial dedicada a su amante y cantante de Soul Claudia Lennear. Esta mujer no habrá pasado a la historia por su música, pero debía de ser una maravilla en la cama, porque Mick Jagger también se quedaría prendado de sus encantos y le dedicaría uno de los mejores riffs de los Rolling Stones en Brown Sugar.

En definitiva, si alguien os dice que este disco no mola en comparación con otros trabajos, arrancadle los ojos sin piedad. Aladdin Sane es un disco mayúsculo, donde ninguna canción desentona. Como la mayoría de los trabajos de nuestro camaleón favorito, Aladdin Sane exige más de una escucha para poder sumergirse en el extraño mundo de Bowie. Por eso os recomendamos que no os rindáis si al principio no convence... No os arrepentiréis!